La trasmisión de energía podrá llegar a las carreteras para cargar nuestros coches mientras circulamos.
Los científicos, que han bautizado esta tecnología como ‘transferencia inalámbrica de energía a vehículos en movimiento’, se basaron en un experimento del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en el que se había logrado transferir la energía que consume una bombilla -alrededor de 60 vatios- a una distancia de unos 50 centímetros.
En este sentido, Richard Sassoon, uno de los directores del proyecto, ha señalado que el nuevo estudio “mejora la eficiencia de estas transferencias al 97% y sobre una distancia de dos metros“, por lo que los conductores de coches eléctricos que circulen por estas vías especiales podrían recargar sus vehículos “cuando y donde quieran”.
Los expertos señalan que el proyecto todavía está en fase de concepción, pero aseguran que podría ser perfectamente viable en el futuro y supondría una “revolución” en el transporte terrestre, aunque todavía faltan años para que se pueda desarrollar un prototipo.
Del mismo modo, los investigadores también están preocupados por la transferencia entre el emisor y el receptor, porque “una eficiencia de 97% quiere decir que se está perdiendo un 3% de energía“. “Si es calor no sería perjudicial, pero hay que saber cómo se pierde y cómo se podría reutilizar”, concluye.
Los científicos, que han bautizado esta tecnología como ‘transferencia inalámbrica de energía a vehículos en movimiento’, se basaron en un experimento del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en el que se había logrado transferir la energía que consume una bombilla -alrededor de 60 vatios- a una distancia de unos 50 centímetros.
En este sentido, Richard Sassoon, uno de los directores del proyecto, ha señalado que el nuevo estudio “mejora la eficiencia de estas transferencias al 97% y sobre una distancia de dos metros“, por lo que los conductores de coches eléctricos que circulen por estas vías especiales podrían recargar sus vehículos “cuando y donde quieran”.
Los expertos señalan que el proyecto todavía está en fase de concepción, pero aseguran que podría ser perfectamente viable en el futuro y supondría una “revolución” en el transporte terrestre, aunque todavía faltan años para que se pueda desarrollar un prototipo.
Del mismo modo, los investigadores también están preocupados por la transferencia entre el emisor y el receptor, porque “una eficiencia de 97% quiere decir que se está perdiendo un 3% de energía“. “Si es calor no sería perjudicial, pero hay que saber cómo se pierde y cómo se podría reutilizar”, concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario