La ciudad de Oslo está convirtiendo 80 autobuses municipales para que se impulsen con biometano extraído de desechos humanos. Buscan recortar las emisiones de dióxido de carbono dentro de un ambicioso plan noruego que aspira a que el país sea absolutamente CO2-neutral para el 2050. Es decir, que ni produzca ni absorba CO2. El biometano es un combustible de relativamente sencillo proceso y cuya materia prima está siempre accesible y en cantidad. Las autoridades de la ciudad de Oslo estiman que el biometano producido a partir de dos plantas de tratamiento podrán colocar a la ciudad entre las más “sostenibles Recordad que esta no es la primera iniciativa de este tipo, y que ya se pretendía sacar energía de los excrementos de las vacas. Si esta prueba piloto llevada a cabo en Oslo tiene éxito, la ciudad planea extender el uso de este tipo de combustible al resto de sus 400 autobuses y de generalizarlo a partir de la extracción de metano de desechos hogareños, basura orgánica de restaurantes y demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario