Un adolescente chino de apenas 19 años se ha gastado la módica cantidad de 1.815 euros para construir su propio vehículo alimentado por energía solar. Cómo podrás ver en las imágenes no será el diseño más envidiado del mundo, pero en base a su funcionalidad es de admirarse.
Zhuzhen Lin está a punto de ingresar de la escuela técnica en donde estudia, Zhejiang Xiangshan, y lo hará siendo un poco famoso gracias a la construcción de su vehículo eléctrico, el cual pesa 400 kilogramos e incluye como fuente de poder un motor eléctrico de 1 kW de potencia, que a su vez es alimentado por seis baterías de 12 voltios.
Las baterías pueden mantener el vehículo de Lin en funcionamiento por cerca de 70 kilómetros, yendo a una velocidad de 40 kilómetros por hora, ideal para los desplazamientos que el joven estudiante realiza de su casa a la escuela y viceversa. Mediante un grupo de 22 paneles fotovoltaicos expuestos a la luz solar directa las baterías se pueden recargar en un lapso de 4 horas.
Lin explica que su principal motivación para comenzar su proyecto de construir un vehículo solar fue en todo momento medioambiental, por lo cual no se requiere de ningún derivado del petróleo, ni siquiera aceite. Por si fuera poco el auto se puede conectar a un toma de corriente de la casa, de forma que también se pueden recargar las baterías por la noche o cuando el Sol no brille con suficiente intensidad.
Me pregunto lo que este chico hubiese logrado con un poco más de recursos, y con este precedente probablemente en un futuro no muy lejano escuchemos más de él, pues podría contar con el perfil laboral ideal para que alguna empresa automotriz o de energías alternativas lo contrate.
Zhuzhen Lin está a punto de ingresar de la escuela técnica en donde estudia, Zhejiang Xiangshan, y lo hará siendo un poco famoso gracias a la construcción de su vehículo eléctrico, el cual pesa 400 kilogramos e incluye como fuente de poder un motor eléctrico de 1 kW de potencia, que a su vez es alimentado por seis baterías de 12 voltios.
Las baterías pueden mantener el vehículo de Lin en funcionamiento por cerca de 70 kilómetros, yendo a una velocidad de 40 kilómetros por hora, ideal para los desplazamientos que el joven estudiante realiza de su casa a la escuela y viceversa. Mediante un grupo de 22 paneles fotovoltaicos expuestos a la luz solar directa las baterías se pueden recargar en un lapso de 4 horas.
Lin explica que su principal motivación para comenzar su proyecto de construir un vehículo solar fue en todo momento medioambiental, por lo cual no se requiere de ningún derivado del petróleo, ni siquiera aceite. Por si fuera poco el auto se puede conectar a un toma de corriente de la casa, de forma que también se pueden recargar las baterías por la noche o cuando el Sol no brille con suficiente intensidad.
Me pregunto lo que este chico hubiese logrado con un poco más de recursos, y con este precedente probablemente en un futuro no muy lejano escuchemos más de él, pues podría contar con el perfil laboral ideal para que alguna empresa automotriz o de energías alternativas lo contrate.
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